jueves, 26 de febrero de 2009

Actualización

Hoy no hay malas noticias ni quejas, solo la actualización de los blogs que leo, ya muchos me han abandonado en el camino.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Bonito Día

Léase lo anterior con un tono muy irónico. De bonito este día no ha tenido ni el nombre. Empecé la semana con una sensación de rapidez y hoy se ha detenido el tiempo en "el ombligo de la semana". Yo se que a muchos de mis conocidos no les parecerá raro, pero desde que me levanté estoy renegando por la falta de civilidad de muchos individuos.
Salgo a poner las cosas en mi carro y todos los vecinos con sus dos carros afuera y sus cocheras vacías; ya me hice una promesa de darle menos importancia mientras no se metan con mi espacio.
Después, un congestionamiento matutino de esos de miedo; sigo tratando de encontrar el modelo matemático para librar a tanto carro.
El momento álgido de mi día llegó cuando tenía que ir por Diego a la escuela y encontré que un descerebrado se estacionó justo detrás de mi, tenía milímetros para maniobrar y un señor me ayudó a buscarlo para que quitara su chatarra de mi camino (a lo que no me ayudó fue a recordarle a su progenitora). El tipo me hizo perder 15 minutos, que aunque no me faltaban y quizá me sobraban, no están para regalárselos a nadie. Obviamente también me hizo perder la paciencia.
Regresé y vi que el tipo no hizo más que reacomodar su chatarra en el mismo lugar donde estaba estorbando antes de irme y tapando un lugar que estaba vacío (de donde salí yo), me dio más coraje, porque está clarísimo que no le funciona para nada el cerebro y que no tiene ni pizca de respeto por los demás. Me tuve que salir de la facultad y darme cuenta que afuera tampoco habría lugar porque hoy, miércoles, "ombligo de la semana", habrá un concierto en el Estadio Universitario. Tuve que regresar a la facultad, pero decidida a llevar esto del estacionamiento hasta sus últimas consecuencias, y así fue. Mi primera idea fue dejarle uno de esos papelitos que suelo dejar, haciéndole ver su gran deficiencia cerebral, pero decidí no faltarle al respeto, por más que se lo merezca. Fui y me quejé con dos o tres personas y les pedí que se tomaran cartas en el asunto porque no es justo.
En fin, veremos que pasa mañana. A ver si amanezco con mejor humor y con mayor egoísmo como para pagar con la misma moneda alguno de esos "favorcitos" que suelen hacerme.
Aunque no soy una persona de fe, sigo esperando que se cumpla esa frase célebre (a reserva de las definiciones de bien y mal) "EL BIEN SIEMPRE TRIUNFA SOBRE EL MAL"