lunes, 19 de enero de 2009

"Malinche"


Es un libro que entra en la categoría de novela histórica, por tanto tiene mucho de ficción y poco de verdad o hecho histórico. Hasta la fecha es el género que más me satisface ya que soy muy práctica, poco poética y además de que carezco de imaginación como para pensar en melcocha que se derrama durante el encuentro del príncipe "Fulano de Tal" y la princesa "Sutanita".

Hace ya algunos meses, elegí leer "Malinche" de Laura Esquivel, que es precisamente una pseudo biografía de Malinalli. Puedo decir que no me gustó, ni la narrativa, ni el enfoque de la historia ni mucho menos el hecho de que tenía horrores ortográficos, escasos, pero yo esperaría que fueran cero. Nunca me quedé atrapada en la trama al grado de que si volaba una mosca, la seguía y el final estuvo "muy X". La terminé de leer porque no quise dejar el libro a la mitad.

Quizá estoy siendo muy severa con el juicio, ya que hace algunos años leí un libro llamado "Amor y conquista: La novela de Malinalli mal llamada la Malinche" de Marisol Martín del Campo y fue una experiencia totalmente distinta. Podía pasar horas enteras leyendo, tanto así que terminé la lectura en 3 días.

Ahora iniciaré la lectura de un libro de Sara Sefchovich, es para lograr el desempate porque he tenido dos libros de ella en mis manos y solo logré leer uno: "Demasiado Amor", el cual me pareció muy bueno en su momento aunque ya no recuerdo de qué trata. Del que recuerdo un poco más es del que solo empecé: "La señora de los sueños", trataba de una señora ama de casa con una vida por demás aburrida, monótona y fría y que se enajenaba soñando con vidas diferentes para soportar la que tenía. Creo que debería terminar de leerla, porque justo por esos días en que la leía, mi vida pintaba para ser como en su historia y decidí cambiarla.
Bueno, retomando el tema de mi nueva lectura, leeré a la Sefchovich. El libro se llama "País de mentiras" y, obviamente, el país es México y las mentiras sobra decir donde están (algo así como la vitacilina). Escuché una crítica en un programa de radio y lo que realmente me atrajo fue el planteamiento de la naturalidad con que tomamos la ausencia de la verdad y la necesidad de adornar las verdades duras con palabras dulces, entre otras cosas.

Ya les contaré como se pone la lectura, mientras cuéntenme que están leyendo.



lunes, 12 de enero de 2009

ROMPIENDO CADENAS

Como verán, sigo instalada en mi pose de Grinch a estas alturas del año. Desafortunadamente sobran razones, pero la que ahora me interesa "monologar" es la de las cadenas. Sí, esos correos inservibles que llegan en cantidades grotescas a nuestra bandeja de correo electrónico de temas muy variados pero que terminan siendo inútiles por las razones que quieran.
Es evidente que las odio, me molesta sobremanera que de diez correos (o más) que recibo en un día, por lo menos tres sean cadenas y, que de esas tres, dos puedan venir de personas que apenas conoces. En otros tiempos, eso limitaba la capacidad de comunicación porque los servidores no te dejaban manejar tanta información y tu bandeja dejaba de recibir en el momento que se terminaba tu "espacio" permitido. Dado mi odio acérrimo, no me convertía en parte de la cadena y simplemente la rompía y, en algunos casos mandaba un mensaje al que me la había envíado y le advertía que sería borrado de mi lista de contactos y que sería lamentable si algún día tuviera algo verdaderamente importante que decirme.
Como sea, terminó el año, empezó uno nuevo y las cadenas siguen, por lo que he instaurado una "política personal" contra éstas, la cual consiste para empezar, en no propagar la cadena seguida de un sermón personalizado para quien que la envió.
Es muy importante aclarar que no solo soy yo quien prohibe las cadenas, la PFP tiene una división de Policía Cibernética y alguna vez me tocó escuchar en un programa de radio las recomendaciones, y una de ellas era muy clara: "No acepten cadenas, y mucho menos las envíen". Según la PFP, el delito informático conocido como "PHISHING" se puede propagar a través de correos cadena o, en el peor de los casos, pueden estar generando información para la delincuencia organizada como es el caso de los secuestradores.
Por todas y cada una de las razones que expuse antes, sugiero que la próxima vez que se asusten porque "Hotmail nos quiere cobrar" o porque el aborto se legalizará, analicen la información y se tomen el trabajo de digerirla y sobre todo, de proponer un enfoque propio al tema cuestionado.
No olviden echarle un ojo a su lista de contactos y descartar a los que han solicitado no recibir más correos no personalizados (por pura educación).

jueves, 8 de enero de 2009

¿Coincidencia?


Me acabo de encontrar un libro de monitos de Quino ("Bien, gracias, ¿y Usted?) y no iba ni en la tercera imagen cuando me encontré la que estoy pegando aquí, tiene fecha del 73 y se parece mucho a nuestra cruel realidad, la única diferencia es que los que tenemos un poco de humor negro en este momento nos podemos reir. En la realidad, no deberíamos reir, ni mucho menos tolerar los abusos y "equivocaciones" de quienes nos deberían proteger.

jueves, 1 de enero de 2009

Año nuevo

Son las 8 de la noche del primer día de 2009 y debo confesar que aún no me quito la pijama y no pienso hacerlo en los próximos 30 minutos. En el post anterior comentaba de los preparativos de la fiesta y, aunque yo los tenía en mente desde el, 26 terminaron en algunas compras de pánico e improvisaciones; afortunadamente no impactaron en la calidad de la reunión ni tampoco en el sabor de la comida.
Como sea, la cena estuvo deliciosa y la reunión estuvo, para mi exigente y antisocial gusto, divertida.