martes, 24 de marzo de 2009

Dolce Gusto... casi




Hace unos cuantos días me topé con esta novedosa cafetera, la cual me resistía a comprar porque no me agrada mucho el café de cafetera, pero ante la posibilidad de prepararme un capuccino al estilo de cualquier cafetería "Sirena" pero por varios pesos menos y sin asomar la nariz fuera de casa, doblé las manitas y simplemente la compré.
Desde un principio había visto que el método ese de las cápsulas, tan higiénico y tan cómodo para el dueño, tenía una gran desventaja: NESCAFÉ marca la pauta de lo que puedo tomar y solo me proporciona una opción para usarla. Tengo que comprar una caja que contiene cierto número de cápsulas para capuccino y otra caja aparte si lo que quiero preparar es un americano o espresso. Al igual que muchos, no estaba conciente del impacto ambiental que la dichosa maquinita podría tener a la larga. Estando la cafetera en uso, moderado aclaro (usando 20 cápsulas por semana), me puse a guardar las cápsulas consumidas y me di cuenta que si el sistema no fuera caro y por cada casa hubiera uno, así como hay refrigerador, pronto estaríamos sepultados en un mar de cápsulas Dolce. Según mis cálculos, en un recipiente de 3825 cm^3 caben sin problema 20 cápsulas tal como salen de la máquina, las cuales fueron generadas en un período de 2 semanas. Si yo conservara este ritmo de consumo, en un año habré generado la "insignificante" cantidad de 0.1 m^3 de basura (un cubito de 46 cm por lado, aprox.) que no es biodegradable. 46 cm parece poco, pero estamos hablando de que probablemente el depósito final no es un vertedero formal, que es un simple basurero a cielo abierto en el cual la basura se dispersa superficialmente, no volumétricamente, donde la única ventaja es que los residuos son compactados.
Por si fuera poco, el lanzamiento de Dolce fue a nivel mundial, me pregunto que estrategia están llevando para el manejo de residuos en Europa o Estados Unidos, o más bien nos convertimos en los compradores de un producto que no fue bien recibido en aquellos países. Esa podría ser la verdadera razón de tanto "regalito" junto con la cafetera.
¡¡46 cm/año-persona!!. Ya los quisiera para ampliar el baño.
Después de hacer este análisis, me queda claro que la mía fue una mala inversión y que tengo que usar mi máquina mucho menos de lo que la uso, a menos que Nescafé me envíe un boletín donde me diga qué pasará con esos resiuduos. Me conformo con que alguno de ustedes me lo diga :).