Creo que decir que me desvelo ya no es novedad, quizá lo que haya que aclarar es que muchas veces me desvelo por gusto y otras tantas por obligación. Hoy, es por obligación porque de mis ganas estaría en brazos de Morfeo, pero tengo que terminar una tarea que no quiero hacer... ni modo.
Toda la tarde lo pasamos descifrando un programa para terminar una tarea de la maestría, llegué un poco fastidiada a casa y después de preparar el uniforme de Diego para mañana, el desayuno y la comida (también para mañana) no pude evitar caer en las garras de mi rompecabezas y encima de todo, inducir a Marido quien por cierto sigue ahí.
Quisiera seguir escribiendo, pero tengo que continuar mis deberes, ya lo haré con calma... por lo pronto vean el avance de hoy :).
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