Así es, hoy fuimos a un cumpleaños, bueno fuimos al festejo de un compañerito de Diego... la verdad odio esas cosas y más si no conozco a la gente, pero nos sentimos comprometidos a ir porque Diego siempre va a donde nosotros vamos (no puede elegir aún) y porque los papás del compañerito nos mandaron una cartita donde solicitaban la presencia de Diego porque Manuel y él son muy buenos amigos... me quedé un tanto incrédula pero es totalmente cierto, cuando llegamos a la fiesta el mismísimo Manuel corrió a darle la bienvenida, además de que lo abrazaba con gusto cuando se presentaba la oportunidad, a mi me daba un sentimiento que pocas veces me da (felicidad ajena).
Sepan que la fiesta estuvo como pocas, casi cambio de parecer en cuanto a ellas. La mayoría de los papás invitados, niños, abuelos y anexos eran muy unidos y activos; los concursos que organizó la animadora que era un híbrido de Alicia Villarreal (con sombrero y trenzas) con voz de Belinda (la de Beto) estuvieron geniales, sobre todo el último que fue solo para papás muy al estilo de Chabelo... era de relevos en una resbaladilla inflable gigantesca (donde por cierto, ganaron las mujeres).
Ya casi cuando la fiesta terminaba y para no quedarme con las ganas, me subí a la resbaladilla inflable de la mano de Diego ... ¡sin palabras!, entendí porque esas cosas están todo el tiempo atestadas de enanos y no tan enanos. A Diego le pareció más que divertido y emocionante porque la amargada de su madre por fin es compañera de juegos :). Emmanuel también se subió, pero solo una vez... yo me subí como cinco, prometiendo que cada una sería la última.
Haciendo recuento, la fiesta estuvo divertida y muy bien organizada... me fui con un buen sabor de boca pero con la cabeza llena de ideas y reflexiones acerca de la maternidad y la paternidad, de la familia, del trabajo, de la realización personal, de las relaciones interpersonales, etc... para meditar.
Lo olvidaba, había prometido una entrada diaria pero es muy difícil, así que lo haré cuando las condiciones me favorezcan.
5 comentarios:
Aveces aprende uno cosas al bajar al mundo de los mortales ..... :-)
Es curioso, cuando uno es muy joven ese tipo de cosas parecen muuuuuuuuuy lejanas. Pero eres mamá, todos los escudos que disque puedas tener caeran ante eso que la gente llama Ternura.
Señorita A, me acompañaria a bosque tragico? :)
Cumplir años, creo que las pocas veces que lo disfrutas es cuando eres pequeño, lug ya se va haciendo irrelevante en nuestro andar y a veces hasta indeseable por el hecho de que cada día que pasa inyecta al organismo un recordatorio de nuestra mortalidad.
En fin, me da gusto leer que se ha encontrado con su lado infantil aunque sea por un instante y que lo haya disfruado sin represalias, hasta donde se...
Que relativo e incoherente resulta el mundo, pero es esa impredecibilidad la que nos mantiene vivos o algún día llega a matarnos. Disfrute su vida Á, nunca sabemos lo que nos espera al siguiente café, a la vuelta de la esquina o dentro de nuestros pantalones.
Saludos
By Piotr
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